Cristina de Lorena


Cristina de Lorena fue la consorte del gran duque de Toscana Fernando I de Médici.


Hija del duque Carlos III de Lorena y de Claudia de Valois, hija del rey Enrique II de Francia y de Catalina de Médici, la cual después de la precoz muerte de su madre se ocupó de su educación y de las tentativas matrimoniales que le gaantizasen un marido de alto nivel.

Las tentativas fueron largar y complicadas, pero al final fue elegido el futuro gran duque de Toscana Fernando I de Médici, con quien Cristina se casó en 1585, aunque no se desplazó a Florencia hasta 1589. No fue una elección fácil ya que Fernando se encontraba en una posición controvertia habiendo sido cardenal y habiendo renunciado a la púrpura después de la muerte de su hermano Francisco I de Médici para subir al trono.

Después de la prematura muerte de su marido en 1609 asumió la regencia de su hijo Cosme II de Médici, destinado a suceder a su padre cuando cumpliese los 21 años, y de cuya educacón se ocupó orientada a las corientes científico-filosóficas más modernas.

Su influencia sobre los asuntos de gobierno y la vida política no fue a pesar de ello juzgada como positiva por su nieto el gran duque Fernando II de Médici, que la elejó de la corte después de la prematura muerte de Cosme II.

Fue una mujer atraída por los saberes científicos, manteniendo una relación epistolar con Galileo Galilei, el cual dedicó a ella una de sus cuatro Lettere copernicane fechada en 1615, donde el científico refutaba que sus doctrinas estuviesen en contra de la Biblia. Antonio Santucci le dedicó la ruota perpetua, un complejo sistema de cáculos astronómicos realizado después de 1582.

Murió en Florencia en 1636.